Ha una corona di freschi pensieri,
Splende nell’aqua fiorita.
Giuseppe Ungaretti
¿Veis la luz que en la lejanía se esparce?
esa soy yo.
Ya amainó la tormenta,
su excitación reducida a una mera nube negra,
si me preguntaseis ¿qué paso?
os diría que no me acuerdo,
la noche sublevó indóciles demonios,
yo, una vieja madre hastiada de regaños,
giré la cara y limpié los desperdicios.
No es que no me importéis,
más bien lo contrario,
cuando pienso en vuestras vidas
hambrientos pájaros colman mis visiones,
mas no soy ingenua y no aprenderéis,
seguiréis colisionando los unos contra los otros.
Cada mañana, desvelando el horizonte,
¿cómo pensáis que me sentí?
historia tras historia,
amores de bricolaje,
tantos hombres y mujeres atosigándose,
al final yo también desistiré,
si no sabéis amaros
¿para qué otra mañana?
1 comentario:
Lástima de los solitarios hambrientos que colisionan aún teniendo alas...
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